Escribir es una manera de organizar tus pensamientos, o desordenarlos al mismo tiempo... nunca se sabe. Pero si que he llegado a una conclusión de la cual estoy segura. Y es que marcarse una meta es fácil, lo difícil es pensar la estrategia perfecta para conseguir lo que te propones. Porque no siempre todo depende de nosotros mismos... La vida es así, te sorprende y de un día para otro te cambia de plan. Lo que antes era fácil, ahora puede llegar a ser lo mas complicado que te puedas imaginar.
Y es que antes de llegar a esa meta, te darás cuenta de que lo realmente importante es disfrutar de ese trayecto; del aprendizaje, pero también del tiempo de espera hasta llegar a lo que quieres, a quien conoces en la sala de espera... pero recuerda ante todo, que solo te hacen falta a tu lado las personas que te animan, que te motiven, que están en las buenas y en las malas, porque no merece la pena tener alguien a tu lado que te haga sentirte menos que nadie.
Porque al fin y al cabo, la meta es el punto final, y después no quedará nada, en ese momento se terminará todo. O quizá no, pero eso no lo sabemos...
