Los Rios de Alice

domingo, 2 de febrero de 2014

El que recuerda demasiado es un peligro público.







Somos demasiado humanos. Deberíamos imitar más a esos peces que no recuerdan nada y vivir solo el presente. Pero no seamos tan injustos con la pobre memoria, también puede ser una gran aliada, a nadie le gusta volver a sentirse como el mayor imbécil de la tierra.
Mi memoria debe tener algo estropeado. A veces me falla, solo me acuerdo de lo bueno, lo cual no está nada mal. Cuando me pasa, lo que hago es dejarme llevar y rezar para que esta vez la caída duela un poco menos y con un poco de suerte mañana ni acordarme.

                                                                                         (frágiles)


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